¿Resumen de El sí de las niñas? Es una novela de Leandro Fernández de Moratín. Se destaca por ser una obra magna sobre la base de que a través de la parodia reprende y censura la profunda calidad de la sociedad española de la época, ya que para entonces la práctica habitual era el acto del matrimonio organizado, incluso matrimonio constreñido, entre hombres mayores, maduros, y niñas adolescentes de estratos sociales bajos.
En este artículo, le daremos más información sobre este brillante trabajo. ¡Continua leyendo y conocerás el desenlace de esta majestuosa novela!
Tabla de Contenidos
Resumen corto de El sí de las niñas
En el Resumen de El sí de las niñas, se observa a Francisca, una jovencita de 16 años cuando comenzó el trabajo impartido en una comunidad, está ocupada con la unión con Don Diego, de 59 años, por deseo de su mamá Doña Irene.
La prometida, en realidad, está enamorada del oficial Don Carlos. Rita, la limpiadora de la casa de Francisca, los ayuda con el objetivo de que puedan estar juntos y Don Carlos disuelve el matrimonio de Francisca y Don Diego, al que la joven se siente obligada a someterse a su reverenda madre.
Hacia el final de esta extraordinaria obra, en la búsqueda del afecto genuino, todo está resuelto.
Resumen de El sí de las niñas: Personajes
La obra no tiene muchos personajes ya que la actividad ocurre en un lugar similar y en un lapso de tiempo excepcionalmente breve, estos son:
Don Carlos
Es el sobrino de Don Diego. Diferencia su atrevimiento en la lucha y su modestia a su tío Don Diego. Es un joven enérgico y valiente que se ve obligado a presentar su afecto a la obediente obligación. Paquita lo alude como Don Félix, ya que así se presentó a ella cuando se conocieron.
Paquita o Doña Francisca
No son aptas para mostrar afecto por su escolaridad y esto la llevará a arriesgar la adoración que siente por Don Carlos.
Don Diego
Tenía una edad de 59 años y tío de Don Carlos, es el personaje que desencadena la actividad ya que está encerrado en Doña Paquita, mucho más joven que él. Puede ser visto como el auténtico héroe de la obra y delegado de la razón.
Doña Irene
Madre de Doña Paquita, se dirige a un personaje que refleja la autoridad de los guardianes de la época sobre sus hijos, solicitando que su niña se case con el acomodado Don Diego sin importarle no conocerlo cara a cara.
Rita
Es la ama de llaves de Doña Francisca. Ella ayuda a transmitir con viaje la conexión entre Don Carlos y Paquita.
Simón
Es el trabajador de Don Diego.
Calamocha
Es el trabajador de Don Carlos. Alaba a Rita.
Resumen de El sí de las niñas: Argumento
Primer acto
El acto principal ocurre básicamente en un hotel de Alcalá de Henares, donde definitivamente conocemos una parte de los personajes primarios y los personajes opcionales: Don Diego (compañero de vida), Doña Francisca (prometida), Doña Irene (madre del compañero de vida), Simón (mayordomo), Rita (ama de llaves) y Calamocha (trabajador de Don Carlos).
Doña Irene es una afligida con una jovencita, Paquita, a la que caracteriza como sumisa y maravillosa, como una joven decente. La viuda no ha tenido la opción de lidiar con el efectivo evitado por su media naranja y ha corrido con respecto a los activos monetarios para ella y su hija, por lo que opta por casar a su pequeña con un hombre con una gran situación financiera.
En esta línea, comienza a redactar cartas a Don Diego, aplaudiendo la diligencia y excelencia de su pequeña, por lo que comienza a pensar en una boda con una señorita sin importar la distinción de edad.
Se encuentran en el motel, se presentan y se encuentran para dar un paseo por el campo. Doña Irene sigue persuadiendo a Don Diego de las características de su chica y le hace aceptar que Paquita está de acuerdo con la boda.
Segundo acto
Doña Irene comenta su ansiedad por el futuro a Doña Francisca, quien necesita verla en una posición digna y sin necesidad, por lo que intenta persuadirla de que su unión con Don Diego, a quien retrata como un hombre decente y que la adora. Es todo lo que puedes manejar y que debes sentirte afortunado de que esté intrigado.
Mientras tanto, doña Francisca solo puede considerar a Don Félix, su afecto. Decide ir a visitarla porque ha descubierto que se ve obligada a casarse. Lo que Paquita no sabe es que Don Félix no existe, sino que llama a Don Carlos y es sobrino de Don Diego.
Don Diego encuentra con Don Carlos que está en Alcalá de Henares, sin embargo no acepta las aclaraciones que le da, por lo que le da dinero en efectivo para que pueda irse rápidamente por el hecho de que no necesita que esté disponible en el boda
Tercer acto
Don Diego
es cariñoso y atento a Doña Francisca, a quien ve lamentable en su gran día pero que no le revela la justificación de tanta decepción. Por fin, Don Diego descubre que Don Carlos no ha terminado con salir de Alcalá de Henares y descubre que está allí por el amor de una joven.
En el momento en que Don Diego descubre que su media naranja es Paquita, obtiene alguna información sobre ese cuento romántico y le revela que ambos se van a casar, a lo que Don Carlos aclara que lo casará por obediencia a su pareja. mamá todavía que no le dará su corazón.
El producto final de la historia es que Don Diego no se casa con Doña Francisca, sino que insta a ambos jóvenes a casarse juntos, ya que se aman de verdad y no que una señorita se case con un hombre más experimentado por sumisión.
A cambio de esto, Don Diego solicita que su sobrino la deje sin embargo para no volver a verlo nunca más, ya que aún está enamorado de ella.
Resumen de El sí de las niñas: Características
Los atributos principales de esta obra son equivalentes a los hipotetizados para el centro escénico de la Ilustración: unidad de tiempo ideal, mientras que la hora de la actividad coincide precisamente con la hora del retrato, y el tiempo no representado transcurre en los tramos. No menos significativa es la solidaridad del spot: toda la actividad transcurre en la sala de entrada de un hotel en Alcalá de Henares.
En el sí de las chicas, Moratín deja indiscutiblemente la estrofa. La nueva sátira se solidifica en una pieza que profundiza en las experiencias del pasado.
La personalidad de la obra es educativa en comparación con el lugar del neoclasicismo, representa un tema de todos los días e irradia una instrucción según las instrucciones de la razón, ya que su motivación es condenar la posición que los tutores ejercen sobre sus niñas en relación con el matrimonio, la conducción. que acepten la mejor reunión monetaria como cónyuge.
Este trabajo avanza la equidad de las damas en la arena pública, tranquilizándolas posteriormente para corregir las tradiciones y costumbres de su tiempo.
Tenga en cuenta
Las relaciones de acomodación entre las jóvenes y los hombres desarrollados no fueron del agrado de los cerebros de la Ilustración por dos razones importantes:
- Uno de tipo ético, ya que necesitaban el amor como vínculo que mejorara el apego genuino de la pareja.
- El otro influyó en el desarrollo de la población, a la luz del hecho de que estas relaciones en general tendrían una posteridad cercana a cero debido a la edad más establecida del cónyuge.
- Esto se encuentra en la obra cuando Irene, quien se casó con hombres más experimentados, dice que tuvo 22 hijos y solo uno vivió.
Hay que considerar que Moratín nunca fue un progresista, sino un reformista que creía que una vil circunstancia debía abrir camino a una única a través de cambios estimados, y nunca a través de manifestaciones de ruptura contra el poder.
En consecuencia, los dos jóvenes queridos, Don Carlos y Doña Paquita, son continuamente capaces de satisfacer los deseos de sus padres mayores; Solo Don Diego, con su poder, será quien aplique la respuesta más sensata a la contienda levantada al desestimar la elección de casar a Doña Paquita y tolerar su vínculo con Don Carlos. Casalduero dice que Don Diego impone el ejemplo de la razón en la vida.
Para H. Higashitani, lo que Moratín implica con este trabajo es que los individuos que representan la justa explicación, gobernando el burbujeo del entusiasmo, terminan logrando satisfacción.
Resumen de El sí de las niñas: Autor
Esta epopeya fue compuesta por Leandro Fernández de Moratín
Estreno y reacciones
Leandro Fernández de Moratín compuso El sí de las niñas en 1801. Fue la obra principal que compuso después de La comedia nueva, ya que tanto El barón como La mojigata, entregada más tarde que aquella, se compusieron hacia finales de los 80. bastante tiempo para entregarlo.
Le dio a la escena sus creaciones pasadas, y poco después decidió distribuir, en 1805, El sí de las niñas. Durante el período de enero de 1806 practica la parodia con la organización del Teatro de la Cruz. El 24 de enero de 1806 se produjo el debut.
El sí de las jóvenes no fue solo un logro resonante entre la población en general: fue la obra más reconocida de su tiempo y probablemente la mejor ocasión dramática de todo el siglo. La obra estuvo dirigida durante 26 días seguidos y atrajo a más de 37.000 espectadores, una cifra comparable a la cuarta parte de la población adulta madrileña.
El artículo se agregó al logro en las tablas. A las cuatro versiones de 1806 debemos agregar la de 1805, que, evidentemente, no fue la única de ese año. El notable logro de The Girls ‘Yes supuso, curiosamente, la rendición de la escena por parte de su creadora.
Importante
Los únicos escritos que proporcionaría Moratín para la escena serían dos variaciones de obras del francés Molière: La escuela de los esposos y El especialista con palos. El sí de las jóvenes, sea como fuere, seguía levantando desprecio y energía por su mensaje inequívocamente impulsado por la Ilustración y en un llamado al poder para actuar como lo indican los dirigentes realistas.
En 1815, con el reclamo del rey Fernando VII, la Inquisición española descubrió motivaciones adecuadas para boicotear esta parodia y La mojigata. La preclusión se restableció en 1823, por lo que durante casi veinte años se negó a los españoles ver el tapón de moratín frente a un público.
En el momento en que se levantó el boicot y la obra pudo ser entregada una vez más, en 1838, lo hizo incluso con tajadas por descuido.
Antecedentes
André Vézinet descubrió semejanzas en El sí de las niñas con la obra de teatro en un acto de Molière, L’école des femmes, pero José Francisco Gatti encontró su fuente real en L’école des mères de Marivaux, obra que Ramón de the Cross en su viejo ridiculizado o lo que son los trabajadores; Moratín conocía el primero sin rodeos, pero su trabajo sigue siendo totalmente único; Es más, efectivamente había compuesto otra obra sobre un tema similar, El viejo y la niña.
Representaciones
Debuta el 24 de enero de 1806 en el Teatro de la Cruz de Madrid, con la presentación de Josefa Virge, Andrés Prieto y María Ribera.
En el siglo XX, en el campo experto, el retrato de 1948 coordinado por Cayetano Luca de Tena y descifrado por Aurora Bautista, Julia Delgado Caro, Pilar Sala, José Rivero y Enrique Guitart; y el de 1969, coordinado por Miguel Narros y descifrado por Guillermo Marín, Ana Belén, Luchy Soto y Mari Carmen Prendes. Ambos estuvieron en el Teatro Español de Madrid.
Valores
Cada uno de los personajes de la obra estructura un «grupo» o conjunto sinfónico, en el que ninguno de ellos se distingue de los demás. Los personajes de esta parodia tienen una medida integral. En este sentido, Casalduero dice que “los personajes de Moratín son estimaciones estrictamente humanas, de una humanidad que no está individualizada, por muy resumida que sea”.
Pero, Doña Irene es la persona que más aparentemente personifica las deformidades que Moratín propone reprender; Ella es una dama inconsciente, habladora, exagerada y egoísta y esto lo lleva a orquestar el matrimonio de su pequeña niña sin considerar nunca su felicidad. En realidad, Don Diego y su sobrino están administrados por la bondad y la gran confianza en sus actividades.
Forma Literaria
El Resumen de el sí de las niñas está escrito en exposición. En una primera fase de la sátira neoclásica se utilizó el estribillo, sin embargo Leandro Fernández de Moratín presentó la utilización de la escritura.
El vocabulario de este trabajo es básico y utiliza el lenguaje indicado por la condición del personaje. Hay articulaciones de la época que no se utilizan hoy y pueden resultarnos un tanto extrañas.